Entrada publicada por: D. Juan José Molina León.

Escribir nos hace más humanos.

Nos hace mejores.

Escuchar ese sonido tan característico de nuestros dedos golpeando las teclas de un ordenador, mientras se deslizan a la orden de nuestros pensamientos, es escuchar el sonido de la grandeza de un ser humano que no se resigna a ser mediocre.

Pasa lo mismo cuando nos enfrentamos a un folio en blanco.

Nos vienen ideas a la cabeza y, como un general con mando en plaza, vamos escribiendo las palabras que nos dicta el corazón…

Cuando nos atrevemos a escribir, cuando somos capaces de vencer el miedo a expresar nuestras ideas, entonces ocurre el milagro: dejamos de ser esclavos de la mediocridad y estamos en condiciones de convertirnos en verdaderos héroes.

Esto es lo que he visto en mis alumnos de 1º de ESO esta mañana.

He mirado sus rostros y he descubierto, una vez más, que el mundo es de los valientes.

Ojalá ellos sepan escribir con fuerza, como a galope tendido. Sin tapujos, sin pudor.

Es cuestión de amar la libertad y, al vislumbrar su grandeza, galopar a contracorriente con nuestros cuadernos de bitácora.